La navidad y sus tradiciones: Las posadas

En estos tiempos en donde domina y reina el egoísmo, el consumismo y el hedonismo (la búsqueda del placer por placer) todo se ha sido tergiversado y lo que antes eran unas santas y bonitas tradiciones como las Posadas, ahora los hombres mundanos usurpando este nombre, las han convertido en verdaderos carnavales, donde predominan los bailes y el desenfreno en el comer y en el beber, y con ello dando pie al desarreglo de las más bajas pasiones.

Por eso es importante que rescatemos en el verdadero y espiritual sentido de esta tradición.

En México, las Posadas son una tradición y una celebración del culto de la Iglesia Católica previa a la Navidad, que consiste en nueve rosarios que van del 16 al 24 de diciembre, llamados en conjunto novenario, en los cuales se rememora el viaje de la Sagrada Familia desde Galilea hasta Belén así como los 9 meses de la gestación de Nuestro Señor Jesucristo.

Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente lo que ocurrió, o lo que se acostumbraba hacer, en tiempos pasados.

Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral o escrita. La palabra tradición viene del latín traditio que viene del verbo tradere, que significa entregar. Se podría decir que tradición es lo que nuestros antepasados nos han entregado.

En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo su aspecto exterior, sino su significado interior. Se debe conocer por qué y para qué se llevan a cabo las tradiciones y costumbres para así poder vivirlas mejor.

A continuación, presentaremos la explicación y origen de esta tradición de las la Posadas:

Origen e historia

Uno de los primeros evangelizadores, el fraile agustino Diego de Soria, solicitó autorización al Papa para celebrar nueve Misas en los días anteriores a la Navidad para celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo como el verdadero sol y luz del mundo, a lo que el Vaticano dio dicha autorización. Esto debido a que los naturales celebraban por las mismas fechas, una importante fiesta en honor del nacimiento del dios de la guerra, Huitzilopochtli; por lo que los agustinos promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.

En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula autorizando la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas Misas, llamadas de aguinaldo del 16 al 23 de diciembre y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la Navidad. Luego de la Misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.

Así fue, como en el pueblo San Agustín de Acolman, se originaron las primera posadas en México.

Los misioneros convocaban al pueblo al atrio de las iglesias y conventos y ahí rezaban una novena, que se iniciaba con el rezo del Santo Rosario, acompañada de cantos y representaciones basadas en el Evangelio, como recordatorio de la espera del Niño y del peregrinar de José y María de Nazaret a Belén para empadronarse.

 Las posadas se llevaban a cabo los nueve días previos a la Navidad, simbolizando los nueve meses de espera de María. Al terminar, los monjes repartían a los asistentes fruta y dulces como signo de las gracias que recibían aquellos que aceptaban la doctrina de Jesús.

En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.

Amenizadas con cánticos o villancicos, las posadas reaniman el espíritu religioso de los participantes, están llenas de emoción, alegría y amistad que siempre se respira durante este tiempo.

Las posadas tradicionales tienen ligeras variantes de acuerdo al lugar en donde se celebren y han ido cambiando con el tiempo, sin embargo los aspectos comunes más importantes son el pedir posada con los villancicos tradicionales, el rezar el rosario, el romper la piñata, y claro que nunca pueden faltar los aguinaldos, el ponche, las velas, la fruta, las luces de bengala y en algunas ocasiones la cena y los regalos.

En varias poblaciones las posadas se celebran en las calles las cuales previamente se adornan con hilos de heno y faroles. Y en otras muchas poblaciones se sustituyen los tradicionales peregrinos de barro por elementos vivos, causando mayor emotividad entre los asistentes.

Las posadas, también se comenzaron a llevar a cabo en barrios y en casas, pasando a la vida familiar. Estas comienzan con el rezo del Rosario y el canto de las letanías. Durante el canto, los asistentes forman dos filas que terminan con 2 niños que llevan unas imágenes de la Santísima Virgen y de San José: los peregrinos que iban a Belén. Al terminar las letanías se dividen en dos grupos: uno entra a la casa y otro pide posada imitando a San José y la Santísima Virgen cuando llegaron a Belén. Los peregrinos reciben acogida por parte del grupo que se encuentra en el interior. Luego sigue la fiesta con el canto de villancicos y se termina rompiendo las piñatas y distribuyendo los “aguinaldos”.

Sin duda es de las festividades y tradiciones que más se celebran en México, en la cual siempre existe una unión familiar y la paz que nos da esta bonita tradición, y también, donde los niños son felices por unos momentos, en lo mas esperado de la noche “La piñata” con sus dulces (paletas, chicles, frituras) y/o sus frutas (cañas, naranjas, cacahuates).

La piñata para la posada es una construcción artesanal hecha con barro y papel.

De acuerdo a la tradición religiosa adoptada en España y posteriormente en América en el siglo XVI, la piñata debe ser en forma de estrella con siete picos, cada pico es un pecado capital y los dulces o frutas que de ella salen al quebrarla, simbolizan las bendiciones que reciben todos aquellos que participan.

Se debe de romper con un palo que representa la fortaleza y fuerza de Dios por alguien que por ensayo y error con los ojos vendados, en representación de la fe ciega en Dios, logre atinarle y quebrarla.

Al romperse caen muchos dulces y/o frutas con las que estaba rellena, que representan las recompensas y dones por vencer al pecado.

Significado de la tradición:

Las posadas son un medio para preparar con alegría y oración nuestro corazón para la venida de Jesucristo, y para recordar y vivir los momentos que pasaron San José y la Virgen María antes del Nacimiento del Niño Jesús.

Algo que no debemos olvidar

Debemos vivir las tradiciones y costumbres navideñas con el significado interior y no sólo el exterior para preparar nuestro corazón para el nacimiento de Jesús.

Ya que en la actualidad es común llamar Posada a cualquier fiesta no religiosa celebrada entre el 16 y 24 de diciembre, en donde haciendo un uso indiscriminado del termino Posada, se hacen bailes y se dan a toda clase excesos en el comer y el beber, que más bien parece un carnaval que el recuerdo de una tradición religiosa. Y todo esto ha propiciado que algunas personas critiquen diciendo que estas costumbres y tradiciones las ha inventado la gente para divertirse y los comercios para vender.

Cuidemos nuestra fe

Recordemos que hay mucho significado detrás de cada una y tratemos de vivir estas tradiciones con el sentido profundo que tienen. Así, el 24 de diciembre no solo será un festejo más, sino que habremos preparado nuestro corazón con un verdadero amor a Dios y a nuestro prójimo.

Por último espero en Dios, que reflexionemos sobre el verdadero y espiritual sentido que tiene  esta bonita y hermosa tradición de la Posadas Mexicanas.

Para realizar este escrito tomamos como fuente: la pagina Catholic.net y Wikipedia.

Mons. Martin Davila Gandara