¡Feliz Año Nuevo 2022!

En este día primero del año, queridos feligreses y lectores, les deseo de todo corazón una bendición para todos ustedes y sus familias.

Espero en Dios, que este año nuevo que comienza nos abra el horizonte ampliamente para que podamos cumplir todos nuestros anhelos y metas, y la vez procuremos mejorar lo que hicimos en el año que acaba de terminar.

La Iglesia Católica, también nos recuerda en este día, la Circuncisión del Niño Jesús. Este rito que simboliza el bautismo, suele ser un gran misterio de las humillaciones de Jesús, porque se sujetó a una ley que no le correspondía de ningún modo, por ser Él la inocencia misma.

Consideremos, hermanos míos que este día primero del año que vamos a empezar. Tal vez lo iniciemos, pero no sabemos si lo acabaremos: preparémonos, pues, por lo que pueda suceder. Arreglemos de tal modo nuestra conducta que podamos decir: Año nuevo, vida nueva.

Porque siendo realistas ¡Cuántos empezaron el año pasado y no lo vieron terminar! ¿Quién sabe si este año nuevo año pasemos al catálogo de los muertos, como tanto conocidos nuestros forman la lista de los que murieron este año que acaba de terminar?

En este día, tengamos también presente que Jesucristo no nos redimió sino derramando su sangre, también nosotros no nos salvaremos sino haciendo penitencia. Procuremos no demorarla. O ¿Tendremos acaso la seguridad de poderla hacer cuando nosotros queramos?

¡Oh admirable ceguedad de los mortales! ¿Cuántos han muerto en el año que acaba de terminar, que pensaban tener tiempo como nosotros y no lo tuvieron? Y ¿cuántos piensan tener tiempo este año nuevo y tampoco lo tendrán?

Muchos comienzan este año con perfecta salud y en plena juventud, y quizá dentro de pocos meses estarán ya en el sepulcro. Todos los que han muerto el año que acaba de pasar, pensaban vivir en el día de este año nuevo, pero Dios cuenta nuestros días de muy distinta manera que nosotros.

Agradezcamos al Señor, el hecho de que nos dejó empezar este año nuevo, ya que viene siendo una gracia muy particular de su infinita bondad; pero si abusamos de este beneficio, será una gran desdicha para nosotros.

Porque ¿quién puede asegurarnos de que vayamos a vivir este año? Y si se nos presenta la muerte en este año; ahí se ha de decidir nuestra suerte por toda la eternidad. Por lo mismo, procuremos estar bien dispuestos y prevenidos. Y si no lo estamos, ¿en qué fundamos nuestra serenidad?

Hoy el Señor nos concede tiempo para apaciguar su ira y justicia; acaso ¿será prudencia que dejemos pasar este tiempo? No solo debemos aprovecharnos de este año que empezamos, si no que debemos empezar ya desde el día de hoy, porque, así como no sabemos si llegaremos a ver el fin de este año, tampoco sabemos si acabaremos este día.

Pues bien, si Dios, nos da su gracia de dejarnos empezar este año nuevo, empecemos también nosotros desde luego a enmendar nuestra vida y arreglar nuestras malas costumbres.

Procuremos tener presente el santo pensamiento de la muerte, y si así lo hacemos todos seríamos muy buenos cristianos.

Pensemos, pues, en la muerte, y no pecaremos; pensemos siempre en Jesús, sigamos continuamente su ley y sus consejos evangélicos y recibamos los santos Sacramentos que instituyó para salvarnos.

Confesémonos ahora mayormente de la faltas, culpas y pecados que hemos cometido en el año que acaba de terminar, y pidamosle las gracias que necesitamos para a este año que estamos empezando.

Por último, les deseo siempre lo mejor, en este Año 2022 tanto en lo espiritual como en lo temporal y con cariño les envió mi bendición episcopal.

Sinceramente en Cristo

Mons. Martín Dávila Gándara

Obispo en Misiones

Sus comentarios a obmdavila@yahoo.com.mx