Profecías de San Francisco de Asis

El pasado sábado 4 de octubre, la Iglesia Católica, celebró la festividad dedicada a San Francisco de Asís. Este Santo como Santo Domingo de Guzman con sus respectivas Ordenes Religiosas desde el siglo XIII, han sido soportes y reconstrucctores espirituales de la Santa Iglesia.

De ellos, se dice que Inocencio III vio en sueños que la Iglesia de Roma estaba a punto de derrumbarse y que aparecían dos hombres a ponerle el hombro e impedir que se derrumbara. El uno era San Francisco, fundador de los franciscanos, y el otro, Santo Domingo, fundador de los dominicos.

De hecho, San Francisco y sus religiosos empezaron a llevar como regla, una vida de humildad, pobreza, mansedumbre, sencillez y alegría, tratando de imitar en todo a Jesucristo como nos dice el Evangelio.

Este santo, aparte de brillar por la virtudes ya mencionadas, Dios le concedió, la gracia de recibir las cinco heridas o estigmas de Jesucristo en sus pies, manos y costado.

San Francisco es uno de los santos más queridos y más respetados tantos por católicos y no católicos, este santo antes de morir reveló la siguientes profecías acerca del papado y de la Iglesia.

El SERÁFICO PADRE SAN FRANCISCO DE ASÍS con la traducción de un humilde miembro de la Orden Franciscana señala.

Poco antes de morir, San Francisco de Asís reunió a sus seguidores y les advirtió de los problemas venideros, diciendo:

  1. Sean fuertes, mis hermanos, tomen fuerza y crean en el Señor. Se acerca rápidamente el tiempo en el que habrá grandes pruebas y tribulaciones; abundarán perplejidades y disensiones, tanto espirituales como temporales; la caridad de muchos se enfriará, y la malicia de los impíos se incrementará.
  1. Los demonios tendrán un poder inusual; la pureza inmaculada de nuestra Orden y de otras, se oscurecerá en demasía, ya que habrá muy pocos cristianos que obedecerán al verdadero Sumo Pontífice y a la Iglesia Romana con corazones leales y caridad perfecta.

En el momento de esta tribulación UN HOMBRE, ELEGIDO NO CANÓNICAMENTE, SE ELEVARÁ AL PONTIFICADO, Y CON SU ASTUCIA SE ESFORZARÁ POR LLEVAR A MUCHOS AL ERROR Y A LA MUERTE.

(Ese preciso momento muchos lo encuentran en los años 1958-1962 con la elección del masón, hereje modernista Angelo Roncalli y su convocatoria e inicio del conciliábulo Vaticano II).

  1. Entonces, los escándalos se multiplicarán, nuestra Orden se dividirá, y muchas otras serán destruidas por completo, porque se aceptará el error en lugar de oponerse a él. (Así sucedió a partir del Vaticano II)
  1. Habrá tal diversidad de opiniones y cismas entre la gente, entre los religiosos y entre el clero, que, si esos días no se acortaren, según las palabras del Evangelio, aun los escogidos serían inducidos a error, si no fuere que serán especialmente guiados, en medio de tan grande confusión, por la inmensa misericordia de Dios.
  1. Entonces, nuestra Regla y nuestra forma de vida serán violentamente combatidas por algunos, y vendrán terribles pruebas sobre nosotros. Los que sean hallados fieles recibirán la corona de la vida, pero ¡ay de aquellos que, confiando únicamente en su Orden, se dejen caer en la tibieza!, porque no serán capaces de soportar las tentaciones permitidas para prueba de los elegidos.
  1. Aquellos que preserven su fervor y se adhieran a la virtud con amor y celo por la verdad, han de sufrir injurias y persecuciones; serán considerados como rebeldes y cismáticos, porque sus perseguidores, empujados por los malos espíritus, dirán que están prestando un gran servicio a Dios mediante la destrucción de hombres tan pestilentes de la faz de la tierra.

Pero el Señor ha de ser el refugio de los afligidos, y salvará a todos los que confían en Él. Y para ser como su Cabeza [Cristo], estos, los elegidos, actuarán con esperanza, y por su muerte comprarán para ellos mismos la vida eterna; eligiendo obedecer a Dios antes que a los hombres, ellos no temerán nada, y han de preferir perecer antes que consentir en la falsedad y la perfidia.

  1. Algunos predicadores mantendrán silencio sobre la verdad, y otros la hollarán bajo sus pies y la negarán. La santidad de vida se llevará a cabo en medio de burlas, proferidas incluso por aquellos que la profesarán hacia el exterior, PUES EN AQUELLOS DÍAS NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO NO LES ENVIARÁ A ÉSTOS UN VERDADERO PASTOR, SINO UN DESTRUCTOR.” (fin de las profecías)

Excepto por dividirse el relato en apartados, y añadiendo negrita para ciertos énfasis, la profecía se presenta sin ninguna alteración, tal como figura en las Obras del Seráfico Padre San Francisco de Asís, Washbourne, 1882, páginas 248-250.

Por último, se puede ver claramente, que estas palabras proféticas de San Francisco nunca han sido más relevantes que hoy. Por lo mismo es necesario considerar que nuestros tiempos, tan fuera de lo ordinario, fueron conocidos de antemano y predichos de varias maneras por diversas autoridades católicas y de la Sagrada Escritura.

San Francisco no fue el único que profetizo sobre esto; sino también, el Profeta Daniel, San Juan Evangelista, la Virgen de la Sallete, Sor Catalina de Emmerich.

Respecto a la traducción de esta profecía y añadidos entre corchetes y paréntesis fue tomado de forocatolico.wordpress.com

 

Mons. Martin Davila Gandara