La Santísima Trinidad y la razón humana
En este domingo fiesta de la Santísima Trinidad. Primeramente, imaginémonos ver la morada de la gloria, y escuchemos a los serafines que abrazados de amor y cubriendo el rostro con sus alas, entonan ante la majestas divina el cántico de adoración suprema: ¡Santo, Santo, Santo, el Señor de los ejercitos! A continuación vamos a considerar …